Zagora

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Otro punto de partida para explorar el desierto.

Entrada a Zagora: La Puerta del Desierto
La señal que reza «Tombuctú 52 días» nos da la bienvenida a Zagora. Esta emblemática señal nos recuerda las antiguas rutas de caravanas que cruzaban el Sahara. Nos encontramos al borde del desierto, y el aire seco y cálido nos envuelve al instante.

Los Ecos de la Historia: Paseo por las Calles de Zagora
Caminamos por las calles estrechas de Zagora, sintiendo la historia bajo nuestros pies. Los edificios de adobe se alinean en las rutas, y el zoco bulle de actividad. El aroma a especias y dátiles llena el aire, mezclándose con el sonido de los vendedores promocionando sus mercancías.

La Palmeraie: Oasis de Vida
Nos dirigimos a la Palmeraie, un oasis que destaca en contraste con el paisaje árido que rodea la ciudad. Los dátiles cuelgan en racimos de las palmeras, y el frescor del lugar nos invita a quedarnos. Tocamos las hojas verdes, sintiendo la vida que brota en medio del desierto.

Música y Danza: La Cultura de Zagora
Por la noche, nos unimos a una celebración local. Los ritmos de los tambores y la danza nos envuelven, y nos dejamos llevar por la música tradicional bereber. El sabor del té de menta endulza nuestros labios mientras compartimos historias con los lugareños.

Despedida de Zagora: Promesas de Regreso
Al amanecer, nos preparamos para dejar Zagora. El cielo se tiñe de tonos rosados y dorados, y el silencio del desierto nos ofrece un momento de reflexión. Nos llevamos con nosotros recuerdos inolvidables y la promesa de regresar a este rincón mágico de Marruecos.