Meknes
Menos turística que Marrakech o Fez pero igualmente encantadora con su medina y sitios históricos.
Meknes: Un Viaje a través del Tiempo
Los Ecos del Imperio
Al llegar a Meknes, las majestuosas puertas de la ciudad nos saludan con una promesa de historias milenarias. Nos encontramos en un laberinto de calles y plazas donde cada piedra parece susurrarnos relatos de sultanes y emperadores.
El Zoco: Un Festín para los Sentidos
Mientras paseamos por el bullicioso zoco, el aroma de especias y hierbas se mezcla en el aire. El sonido de los comerciantes anunciando sus productos se une al murmullo de las conversaciones y al tintinear de las lámparas de metal. Tocamos tejidos de ricas texturas y saboreamos deliciosos dátiles que nos ofrecen con una sonrisa.
Mausoleo de Moulay Ismail: Refugio de Paz
Caminando hacia el Mausoleo de Moulay Ismail, nos envuelve un sentimiento de reverencia. El olor del incienso flota en el aire, y la suave melodía de las oraciones se eleva desde el interior. Aquí, nos sumergimos en un momento de contemplación y admiración por la grandeza del pasado.
El Granero de Heri es-Souani: Testimonio de Ingenio
Al explorar el vasto granero, nos asombramos ante la arquitectura y el ingenio con el que se construyó este depósito. El eco de nuestros pasos nos recuerda la magnitud de este lugar, mientras imaginamos los caballos y provisiones que una vez ocuparon este espacio.
Atardecer en la Plaza El Hedim
Con el día llegando a su fin, nos dirigimos a la Plaza El Hedim. Los colores del cielo se funden con las luces de los puestos y el aroma de los alimentos recién cocinados nos invita a probar cada delicia. Aquí, entre risas y música, celebramos la rica tapeza de Meknes.
Al dejar Meknes, llevamos con nosotros no solo recuerdos, sino también sensaciones, aromas y sonidos que nos recordarán siempre esta joya imperial de Marruecos.