Fez
Es la ciudad medieval más grande del mundo y su medina es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Fez: Una danza para nuestros sentidos
El Misterio de la Medina
Desde el momento en que entramos en la antigua medina de Fez, nos damos cuenta de que es un lugar diferente a cualquier otro que hayamos experimentado antes. Los estrechos callejones serpentean en un laberinto de historia viva, cada rincón susurrando secretos de épocas pasadas. Los llamados de los vendedores nos atraen a sus tiendas, donde el aroma del cuero fresco y las especias nos envuelve.
Melodías de la Mezquita
Mientras avanzamos, los sonidos de la llamada a la oración resuenan en el aire, mezclándose con las voces de los lugareños y el tintinear de los herreros trabajando en sus forjas. Esta melodía espiritual nos conecta con un Fez más profundo, uno que ha sido el corazón espiritual de Marruecos durante siglos.
El Arte de la Alfarería
En un giro inesperado, llegamos a un taller de cerámica donde los artesanos nos muestran el antiguo arte de la alfarería de Fez. Sentimos la arcilla fría y húmeda bajo nuestros dedos, y nos maravillamos de las intrincadas piezas azules y verdes que se crean aquí.
Sensaciones en el Zoco de las Especias
El aire en el zoco es denso con aromas que nos hacen viajar: comino, canela, azafrán. Cada especia nos cuenta una historia, y con cada inhalación, sentimos que nos sumergimos más y más en la cultura marroquí.
Refugio en el Jardín Jnan Sbil
Después de un día repleto de sensaciones, encontramos serenidad en los jardines de Jnan Sbil. Las fuentes murmuran suavemente, y las sombras de los árboles nos ofrecen un respiro del bullicio de la ciudad.
Fez, con su rica tapezca de colores, sonidos y aromas, nos ha mostrado una cara de Marruecos que nunca olvidaremos, donde el pasado y el presente coexisten en una danza armoniosa.